El consenso entre los estudiosos solía ser que los mayas no tenían escritura. Las imágenes que decoran sus artefactos son maravillosamente creativas, y las consideraban solo obras de arte, no formas de comunicar información.
En los años 40, un lingüista llamado Yuri Knorozov empezó a cuestionar esta conclusión. El único problema era que vivía en la Unión Soviética, tenía poco acceso a los libros y ninguna posibilidad de viajar a México.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Knorozov formó parte de los soldados del ejército soviético que capturaron Berlín. Aquí, por suerte, consiguió hacerse con copias de manuscritos mayas, así como con un libro, Relación de las cosas de Yucatán, escrito por un conquistador español, Diego de Landa, en 1566.
Hay veintisiete letras en el alfabeto maya, había insistido de Landa. Aunque era fácil demostrar que de Landa estaba equivocado, Knorozov pudo seguir investigando. Publicó un artículo sobre el tema en 1952. El sistema de escritura de los mayas, explicó, no es un alfabeto; tiene caracteres para los sonidos, pero también para palabras enteras.
Imágen: Página 9 del Códice Dresde
(de la edición de Ernst Förstemann, en 1880).
De Desconocido - de http://www.famsi.org/mayawriting/codices/dresden.html, Dominio público.
![Página 9 del Códice Dresde (de la edición de Ernst Förstemann, en 1880)](https://assets.serlo.org/615347b8758fd_d097f3b45d3cb2c5b5f1e4a0d66673e4e0d84c80.jpg)
Como el artículo de Knorozov se publicó en ruso en la Unión Soviética, los eruditos de otros lugares tardaron mucho tiempo en conocerlo, e incluso una vez que lo hicieron, el argumento de Knorozov se desestimó sin más.
Sólo en 1973, en una conferencia en la antigua ciudad maya de Palenque, cambió el consenso. "Aquella noche", recordó un erudito que estaba presente, "pudimos descifrar los nombres de siete gobernantes mayas". Resulta que el sistema de escritura de los mayas tiene unos 800 caracteres y hoy podemos leer un 75 por ciento de sus textos.
Los mayas escribían sobre historia, astronomía y matemáticas, pero también sobre las historias de sus gobernantes y sus reinados. Por desgracia, muchos textos mayas fueron destruidos por los españoles. Como los libros sólo contenían "mentiras del diablo", recordó Diego de Landa, "los quemamos todos".
El pueblo maya, añadió, "se arrepintió de ello en grado sumo".
Este artículo se basa en la publicación original en inglés: ErikRingmar, History of International Relations: A Non-European Perspective.Cambridge, UK: Open Book Publishers, 2019.
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