Gente del bosque - forma alternativa de organización estatal

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Antes de que los seres humanos se dedicaran a la agricultura, todos recogíamos nuestros alimentos o los cazábamos. Hasta hoy existen pequeños grupos de cazadores y recolectores en todo el mundo, y muchos de ellos viven en África. Esto incluye una población de 900.000 de las selvas de África Central, pero también a grupos como el pueblo San del desierto del Kalahari y los Hadza de Tanzania.

Imágen: Un hombre San con vestimenta tradicional. Namibia. - Por Ian Beatty from Amherst, MA, USA - IDBeatty_002219, CC BY-SA 2.0,

Los pueblos de la selva son los restos de los habitantes originales de África Central que fueron desplazados cuando llegó el pueblo bantú. Sigue habiendo mucha tensión entre los dos grupos. La población cazadora y recolectora del Congo suele vivir cerca de un poblado de agricultores, pero en cuanto hay nuevas fuentes de suministro de alimentos, desaparecen en la selva. Los agricultores bantúes suelen considerarlos poco fiables. La población cazadora y recolectora, por su parte, suelen pensar que los agricultores bantúes son prepotentes y bastante crédulos.

Las personas sedentarias siempre desprecian a las personas que se mueven para ganarse la vida, pero también idealizan su vida. Un ejemplo es la "dieta paleolítica", que se ha puesto de moda recientemente en Europa y Norteamérica. Las personas que siguen una dieta paleolítica se alejan de los productos agrícolas, como los cereales y la leche, y sólo comen los alimentos que se pueden cazar o recolectar. La presunción es que nuestros cuerpos se adaptan mejor al tipo de comida que consumíamos durante el 95% de la historia de la humanidad. Al parecer, "dieta paleolítica" es el término de búsqueda más popular de Google en la categoría de métodos para perder peso.

Otro grupo de personas que romantiza la vida de los cazadores y recolectores es un tipo de activistas políticos conocidos como "anarco-primitivistas". La agricultura, argumentan, fue un error, al igual que la formación del Estado y la propia noción de civilización. Algunos anarco-primitivistas predicen que un día se producirá una catástrofe de algún tipo, quizá como resultado de una guerra o un colapso ecológico. Tras ese cataclismo, los pocos supervivientes tendrán que volver a África y a la única forma de vida humana que es sostenible a largo plazo. Por tanto, las sociedades de cazadores y recolectores que viven hoy allí no son restos de un pasado remoto, sino (según ellos) modelos de nuestro futuro.

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