Para conocer el pasado, necesitamos fuentes primarias. Muchas de ellas son textos. Sin embargo, en el caso de África, hay relativamente pocos textos disponibles de la época anterior a la llegada de los europeos.
En cambio, los historiadores se ven obligados a basarse en las pruebas arqueológicas o en las tradiciones orales. La supuesta falta de sistemas de escritura se ha presentado como prueba de lo "primitivos" que son los pueblos de África. Sin embargo, como tantas veces, todo es cuestión de legitimizar una cierta política y actitud.
Los sistemas de escritura se desarrollaron por primera vez en sociedades agrícolas con estados poderosos. El estado necesita la escritura para llevar la cuenta de los ingresos fiscales, para comunicarse con sus funcionarios y para dictar la ley.
Además, a los reyes les gusta que se recuerden sus logros: cuántas tierras conquistaron y cuántos enemigos mataron. Desde esta perspectiva, la escritura es un medio para que el Estado ejerza el poder.
La gente está sometida a la escritura de la misma manera que está sometida a otras instituciones estatales. Por consiguiente, no es sorprendente encontrar registros escritos en partes de África -como Egipto y Etiopía- donde había estados poderosos basados en la agricultura.
Para las personas que no viven en sociedades agrícolas y que no están sometidas a los estados, las tradiciones orales suelen ser más útiles. Al fin y al cabo, lo que necesitamos saber para vivir con éxito es, sobre todo, lo que hicieron personas como nosotros cuando se enfrentaron a situaciones similares a las nuestras. Esta información no tiene que estar escrita. La gente corriente no necesita una historia escrita tanto como los mitos. Los mitos los enseñan los ancianos y los mantiene vivos la propia comunidad. Vivir sujeto a un mito es vivir sujeto a una memoria compartida de la que cada persona es depositaria. Esto no quiere decir, por supuesto, que la escritura no sea una tecnología útil. En las sociedades pequeñas y sin Estado, las personas pueden comunicarse directamente entre sí, pero en las sociedades grandes, las personas se comunican mediante textos escritos.
Imágen: Una voluntaria de la Asociación Protectora Evergreen grabando una historia oral en el Día de la Historia del Gran Rosemont. Por Baltimore Heritage - CC BY 2.0
Fuente: Este artículo se basa en la publicación original en inglés: ErikRingmar, History of International Relations: A Non-European Perspective.Cambridge, UK: Open Book Publishers, 2019.
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